¿Cómo puedo optimizar el uso de mi lavavajillas?
Consejos para optimizar el uso de tu lavavajillas
Después de años lavando los platos a mano, ¡por fin llega la revolución a tu casa: un lavavajillas! Al principio, el entusiasmo es tal que lo usas constantemente, solo por el placer de tener siempre la vajilla limpia. Pero con el tiempo, te das cuenta de que hay formas más eficaces de aprovecharlo.
El rendimiento del lavavajillas depende, por supuesto, del modelo que tengas. Sin embargo, también puede variar mucho según cómo lo utilices. Aquí tienes algunos consejos para sacar el máximo partido a tu lavavajillas.
Al cargar el lavavajillas, retira los restos de comida
Es fácil pensar que el lavavajillas puede con todo, incluso con los restos pegados en los platos. Aunque pueda hacerlo, esto puede afectar la limpieza final. Además, los restos caen al fondo y pueden pudrirse si no los eliminas.
Lo ideal es enjuagar rápidamente los platos muy sucios antes de colocarlos en el lavavajillas. Un gesto que toma segundos y ahorra mucho tiempo de mantenimiento después.
Coloca los cubiertos correctamente
Contrario a lo que se piensa, los cuchillos deben colocarse con la hoja hacia abajo en el cesto de cubiertos. Así evitas cortarte al sacarlos y además es más higiénico, ya que los sujetas por el mango. Lo mismo aplica para tenedores y cucharas.
También separa los cubiertos de diferentes materiales. No mezcles utensilios de acero con los de plata: colócalos en compartimentos distintos.
Sé estratégico con la vajilla
Los platos deben colocarse en sus ranuras, siempre mirando hacia el centro del lavavajillas para un lavado óptimo. Las ollas y fuentes van en la bandeja inferior, boca abajo, para que el agua se escurra bien.
Los vasos deben ir en la bandeja superior, boca abajo, para evitar que el agua se acumule. En el centro de esa bandeja puedes poner la vajilla más sucia, donde los chorros de agua son más potentes. Evita colocar allí los objetos más frágiles: mejor ponlos en las esquinas de la bandeja inferior.
Comprueba el funcionamiento de los brazos rociadores
Antes de poner en marcha el lavavajillas, asegúrate de que los brazos rociadores giran libremente. Normalmente hay dos, uno arriba y otro abajo. Durante el ciclo, giran y lanzan agua sobre la vajilla.
Si un brazo está bloqueado, por ejemplo por un utensilio que sobresale, el lavado será menos eficaz y podrías dañar el aparato. Gira los brazos manualmente para comprobar que se mueven con libertad.
Usa el programa adecuado
Tu lavavajillas probablemente tiene varios programas. Puede que uses siempre el mismo por comodidad, pero eso puede ser un error. Si eliges un ciclo rápido para platos muy sucios, el resultado será insatisfactorio y tendrás que repetir el lavado.
Del mismo modo, usar un ciclo largo para la vajilla diaria no suele ser necesario y consume más agua y electricidad. Es mejor adaptar el programa a la situación para equilibrar limpieza y eficiencia. ¡En pocas semanas conocerás los programas de memoria!
Al vaciar el lavavajillas
Hazlo en el orden correcto
Vaciar el lavavajillas es todo un arte. Después del ciclo, abre la puerta para dejar salir el vapor. Espera unos minutos y empieza por la bandeja inferior para evitar que el agua del nivel superior caiga sobre los platos de abajo.
Puedes sacar el cesto de cubiertos y vaciarlo directamente cerca del cajón. Una vez hecho esto, continúa con la bandeja superior.
Añade sal regeneradora
Con el lavavajillas vacío, aprovecha para comprobar el depósito de sal. Es el momento ideal para rellenarlo si hace falta. Si no lo haces, pueden aparecer manchas de cal en la vajilla, sobre todo si el agua es dura.
Utiliza sal regeneradora con al menos 99,5% de cloruro de sodio (NaCl). Se recomienda rellenar el depósito una vez al mes.
Mantenimiento del lavavajillas
Realiza una limpieza completa con regularidad
El lavavajillas limpia tu vajilla, pero ¿quién limpia el lavavajillas? ¡Tú! Al menos una vez al mes, realiza una limpieza completa: vacía y limpia el filtro, limpia y seca las juntas de la puerta, y comprueba que los orificios de los brazos rociadores no estén obstruidos.
Esto también te permitirá verificar que el agua drena correctamente y que el aparato funciona bien.
Haz un ciclo en vacío
Limpiar a mano el interior del lavavajillas es una tarea pesada, pero puedes evitarla fácilmente: coloca un cuenco de vinagre blanco en la bandeja superior y ejecuta un ciclo largo en vacío. El vinagre eliminará la grasa, la cal y los malos olores. Al finalizar, abre la puerta para dejarlo secar y pasa una esponja para eliminar los posibles residuos.
Con estos consejos, disfrutarás no solo de una vajilla impecable, sino también de un lavavajillas bien cuidado y con una vida útil más larga. ¡Vale la pena ponerlos en práctica cuanto antes!